CARTAS DE UN ALIENIGENA ALTERSISTEMA (II)

Querida madre: 

El Planeta España no deja de sorprenderme. Esta mañana me he plantado en la Plaza del Sol de Sagunto a las ocho cero cero. El madrugón estaba justificado, albergaba una tremenda curiosidad por conocer eso que aquí llaman obras municipales y cuya contemplación parece ser deporte nacional en este país, especialmente entre los especímenes de género masculino mayores de sesenta y cinco años, conocidos en el idioma de la región como “agüelicos”. 

Algunas personas de la asamblea del Camp de Morvedre ya me habían avisado de que en España se trabaja poco. 

-Nos ha jodío, ¡con semejante tasa de paro!- dije yo. 

Pero lo que querían decir es que la sabiduría popular manifiesta que las personas españolas van a trabajar (las que tienen trabajo) con mucha menos predisposición que, por ejemplo, a tomar cañas. De ser cierto este rumor, denotaría que la media de sentido común de la población de este país está por encima de la del resto del planeta. 

Pero una cosa es que se trabaje poco y otra cosa la total inactividad que he detectado esta mañana en las obras de la plaza del Sol. Entre las ocho y las catorce cero cero, dos operarios con chaleco refractante han puesto las seis vallas que les quedaron por colocar el día anterior. Posteriormente le han enseñado el recinto a un señor con corbata que parecía tener estudios, han conversado un rato y el señor de la corbata se ha marchado. A media mañana han preguntado en la comisaría policial si la moto que había estacionada en medio de la plaza pertenecía a algún funcionario de la misma y el susodicho propietario del vehículo ha colaborado amablemente retirando el vehículo. Una vez despejada la plaza, los operarios del chaleco refractante se han ido a comer. 

A las quince cero cero, los operarios han vuelto, se han fumado un cigarrito en la plaza y han leído los carteles que las amables personas humanas de “Toma la Plaza Morvedre, Morvedre toma la Plaza” habían colocado días atrás. Creo que se han planteado retirarlos pero finalmente no lo han hecho, no sé si porque ya consideraban suficiente el esfuerzo realizado durante la jornada o porque querían mostrar su apoyo al Movimiento (me inclino más por lo segundo). A las quince treinta han desaparecido del lugar dejando únicamente las vallas. 

Un escalofrío me ha recorrido la espalda al ver cómo ese espacio en que se ha demostrado tal nivel de comunión humana quedaba encerrado en una especie de cárcel provisional. Pero me he quedado más tranquilo al caer en la cuenta de que todas las amables personas de Tomalaplaza Morvedre habían salido del recinto antes de que pusieran los barrotes. 

Las amables personas de las que te estoy hablando todo el tiempo esperaban que las obras comenzaran el miércoles y se encontraron con que el lunes ya les habían colocado casi todas las vallas. A mí me da en el hocico que la municipalidad han adelantado lo de la vallas para fastidiar, pero no he querido decir nada por no hacer mala sangre a estas personas tan bienpensadas. En nuestro planeta tenemos mucha más malicia y enseguida hubiéramos llegado a la conclusión de que las vallas se colocaron antes de tiempo para sacarnos de nuestro simbólico lugar cuanto antes. 

Pero la construcción de la prisión provisional en la plaza del Sol no cambia las cosas, las asambleas se siguen celebrando en un lugar llamado Triángulo Umbral donde, por lo visto, está previsto celebrar una “cena de sobaquillo” y una “cacerolada”, extraños términos que refieren a actividades totalmente desconocidas para alienígenas como nosotras y que, no sé porqué, imagino que forman parte del folklore y tradiciones Campdemorvedrianas. 

Un abrazo interplanetario

Texto de Miguel Angel García