Querida madre:
¿Te acuerdas de las cien millas que recorrimos para protestar contra aquella guerra que provocaron los tres dictadores de las galaxias A, Zo y Res? Sí, con el Movimiento Anti-ciclón de las A-Zo-Res. Aun recuerdo el mal sabor de boca y el dolor de ancas que me dejó semejante pateo para que aquellos tres nos metieran en la guerra a pesar de las protestas. Pues las amables e inteligentes personas del Camp de Morvedre me han enseñado esta mañana que ¡se puede protestar sentada! Es mucho más cómodo, dónde va a parar. Aunque en este caso, espero que sea también mucho más efectivo.
Pero esta protesta se hace extensiva al Ayuntamiento de Sagunto, que se comprometió en pleno a instar a ANIDA a conseguir una vivienda digna para estas familias y a mediar y negociar para que esto se hiciera efectivo. Pero la Municipalidad no puede o no quiere cumplir con su promesa. Con razón las amables personas humanas gritaban esta mañana: ¡Ayuntamiento, miento, miento, miento!
Como desde dentro se negaba el paso a nuestros representantes, algunas de las amables personas humanas han intentado acceder en calidad de clientes con sus cartillas y tarjetas en la mano pero tampoco les han dejado entrar. Han preferido llamar a la policía. También eso nos ha venido estupendamente por que la policía ha mediado para que nos permitieran pasar a hacer entrega del manifiesto y a conseguir la palabra de honor de la Directora de que hará llegar nuestra reivindicación a su oficina central en Madrid.
Toda esta protesta ha sido una simpática alternancia de gritos y silencios pues se estaba rodando una película justo frente al banco y, cada vez que se empezaba rodar una toma, las amables personas humanas guardaban un unánime silencio solidario con las trabajadoras y trabajadores del mundo del audiovisual. Silencio que ha sido correspondido a nuestra marcha con aplausos del equipo de rodaje.
Una vez entregado el manifiesto, como no nos habían dejado entrar al banco ni aún a quienes eran clientes, hemos acudido en fila india hasta la Tenencia de Alcaldía a interponer una reclamación ante la Oficina de Consumo por el trato recibido, a todas todas discriminatorio.
Yo he interpuesto mi reclamación sin saber muy bien si, por mi condición de extraterrestre, me hubieran permitido abrir una cuenta. Me decían las amables personas humanas que el hecho de ser alienígena no era impedimento, que el problema está en que soy un alienígena sin dinero.
Un abrazo interplanetario.
¡Enhorabuena, ciudadanos! Estamos dando una auténtica lección de civismo y democracia a aquellos que presumen de ser los guardianes de la misma.
ResponderEliminarSomos más, somos mejores y nadie va a poder parar a la ciudadanía.
Me estoy empezando a encariñar con como cuenta las cosas este alienígena
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