Querida madre:
Son las cuatro de la mañana (hora terrestre) y no puedo dormir. Y es que, desde que llegué al planeta España, no había pasado una noche fuera de la astronave. Resulta que las amables personas humanas del Camp de Morvedre me han invitado a una acampada en el Triángulo Umbral. Una acampada es una urbanización temporal de diminutas casas portátiles (creo que se les llama quechuas) donde las personas humanas conviven unos cuantos días y duermen en el suelo sus respectivas noches. Acostumbrado al colchón biónico de la astronave me resulta bastante incómod
o pero no es por eso que no consigo conciliar el sueño, es por la emoción.

Y es que las amables personas humanas del planeta España han decidido volver a tomar la calle para demostrar su indignación. Será el próximo domingo día diecinueve a las seis y media de la tarde así que, si tenías pensado venir a visitarme, mejor ven en lunes porque el domingo con tanta gente te va a resultar imposible aterrizar la nave nodriza.
Así que para dar a conocer los motivos de su indignación y hacer ver a la gente de a pie que también tienen motivos para indignarse, las amables personas humanas de Camp de Morvedre han decidido organizar esta acampada cultural que finalizará el domingo a mediodía porque por la tarde, todas esas personas humanas y un alienígena se desplazaran a Valencia para tomar pacíficamente sus calles.
Esta tarde nos hemos dedicado a montar toda la infraestructura y ha quedado el Triángulo Umbral que dan ganas de quedarse a vivir. Si tuviera combustible para la astronave la aparcaba entre las qu
echuas y me instalaba aquí definitivamente (sí, echo de menos el colchón biónico).

Luego hemos hecho una cena de sobaquillo, que se llama así porque las personas humanas traen sus alimentos debajo del sobaco, una parte del cuerpo que ni tú ni yo tenemos. Yo he tenido que traer el bocadillo en la bolsa marsupial.
Después de cenar han montado una sala de cine al aire libre y hemos visto algunos interesantes documentales sobre nuestro movimiento y otros movimientos del pasado en planeta España. Peaso invento eso del cine al aire libre, madre, una lástima que en nuestro planeta no sea viable por la afición de los mosquitos nocturnos a comerse a la ciudadanía alienígena. Sí, aquí también hay mosquitos pero son mil millones de veces más pequeños y sólo te chupan un poco de sangre. Por cierto, la mía les encanta.
A las doce han cerrado el cine de verano a fin de respetar el descanso de la vecindad aledaña al Triángulo Umbral y permitirle disfrutar de sus cómodos colchones mientras las amables personas acampadas compartían conversaciones en voz baja y se iban durmiendo progresivamente mientras el cansancio les vencía.
Termino con mi carta de hoy porque también empieza a entrarme el sueño lo cual significa que es el momento de ir a la astronave a recoger el colchón biónico para traérmelo a la quechua.
Un abrazo interplanetario.
Deliciosa crónica, me da a mi que est@ alienígena se esta ganando el "corasonsito" de las amables personas humanas.
ResponderEliminarsisi, se lo está ganando, lo echaremos de menos cuando vuelva a su planeta.
ResponderEliminarQue bueno!! Que arte tiene este alien! ;oD
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