Un banquero se balanceaba (Otra carta de un alienígena altesistema)

Querida madre: 

Las amables personas humanas de Toma La Plaza Camp de Morvedre me invitaron a participar el pasado sábado de una performance humana. Las performance humanas son más o menos como las de nuestro planeta pero sin rayos cósmicos ni sesiones de hipnosis, eso sí, mucho más eficaces. 

Un grupo de unas treinta personas vestidas de negro pasearon por distintas plazas del Puerto de Sagunto con vendas en los ojos y en la boca. Caminaban en fila india con la cabeza agachada y balando como borregos al paso que les marcaba un político con pinta de mafioso que les agradecía constantemente su pasividad ante las injusticias de este sistema terrícola gobernado y manipulado por la banca y la clase política. 

En un momento determinado, un individuo salía del rebaño para movilizar al resto de ovejas humanas a base de consignas de puro obvias que hacía a las amables personas humanas quitarse las vendas y mostrar una serie de pancartas con bellas palabras que nada tienen que ver con la corrupción, la represión, el engaño o la manipulación a la que se veían sometidas por el político mafioso. 

Finalmente, todas cantaban a una un son popular del Planeta España pero con la letra ligeramente cambiada, la cancioncilla decía así: “Un banquero se balanceaba sobre la burbuja inmobiliaria, como veía que no se caía fueron a llamar a otro banquero. Dos banqueros se balanceaban...”. A la altura del cuarto banquero todas las personas humanas gritaban a una sola voz: ¡MORVEDRE TOMA LA PLAZA! Y se convocaba a la ciudadanía a asistir a la próxima asamblea popular este lunes a las 20:00 en el Anfiteatro del Triángulo Umbral.

Las personas terrícolas se caracterizan por su elevado coeficiente intelectual (aunque vistas algunas aberraciones humanas, eso es algo que me permito poner en duda) y este invento de las performances me pareció un buen ejemplo de ello. De una forma original y pacífica salieron a la calle a manifestar su descontento y se ganaron la curiosidad y la simpatía de otras personas humanas que pasaban un tranquilo sábado tarde en la calle. Estoy segura de que con este tipo de acciones la asamblea popular va a contar con cada vez más amables personas humanas dispuestas a demostrar que este sistema corrupto puede cambiar a mejor.

Un abrazo interplanetario