miércoles, 25 de enero de 2012

LA CREACIÓN DE LOS GRUPOS DE CONSUMO: UN PASO HACIA LA SOBERANÍA ALIMENTARIA.


La globalización neoliberal, en su afán por privatizar todos los ámbitos de la vida, ha hecho lo mismo con la agricultura y los bienes naturales, sometiendo al hambre y a la pobreza a una inmensa parte de la población mundial.

No se trata de una cuestión de producción insuficiente ya que como indica la organización internacional GRAIN (2008), la producción de comida se ha multiplicado por tres desde los años 60, mientras que la población mundial tan sólo se ha duplicado desde entonces, pero los mecanismos de producción, distribución y consumo, al servicio de los intereses privados, impiden a los más pobres la obtención necesaria de alimentos.

El acceso, por parte del pequeño campesinado, a la tierra, al agua, a las semillas... no es un derecho garantizado.

Los consumidores no sabemos de dónde viene aquello que comemos, no podemos escoger consumir productos libres de transgénicos.

La cadena agroalimentaria se ha ido alargando progresivamente alejando, cada vez más, producción y consumo, favoreciendo la apropiación de las distintas etapas de la cadena por empresas agroindustriales, con la consiguiente pérdida de autonomía de campesinos y consumidores.

Frente a este modelo dominante del AGRONEGOCIO, donde la búsqueda del beneficio económico se antepone a las necesidades alimentarias de las personas y al respeto al medio ambiente, surge la propuesta alternativa de la soberanía alimentaria.

La Soberanía alimentaria, es una propuesta con una base social sólida, una alternativa consensuada y seria, que parte de un análisis profundo de las causas del hambre y la pobreza en el mundo. Propugna la combinación de las capacidades productivas de la agricultura campesina, con una gestión sustentable de los recursos disponibles y con políticas gubernamentales que garanticen la alimentación adecuada de la ciudadanía. En definitiva, es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, así como el derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo.

En nuestro camino hacia la soberanía alimentaria, la agroecología nos permite analizar los sistemas agroganaderos y alimentarios con un criterio de equidad social donde el funcionamiento del mercado queda subordinado a una generación de valores, prácticas productivas, hábitos de consumo y mercados alternativos.

Actualmente existe un elevado riesgo de quedar atrapados en un sistema convencional que distribuye beneficios de forma extremadamente desigual a favor de la industria y la distribución comercial; por tanto es necesaria una redefinición de los mercados mediante la acción colectiva y las iniciativas ciudadanas en favor de los canales cortos de distribución y las redes alimentarias alternativas.

Desde las asociaciones y federaciones de productores y consumidores se propugna un cambio de modelo de producción, comercialización y consumo de alimentos basado en la consolidación de canales cortos de distribución que se sientan sobre la creación de grupos de consumo, reparto de ecocajas realizado por los agricultores o productores, mercados locales basados en productos de temporada y variedades locales que hacen que el pequeño productor se fortalezca y rentabilice su explotación.

Resultado de la fragmentación existente en los mercados ecológicos se hace necesario establecer lazos de cohesión entre consumidores y productores. Con los agricultores se precisa planificar los cultivos atendiendo a la demanda prevista y a la disponibilidad, con ello aseguramos al agricultor que sus insumos tienen un mercado asegurado, lo que les permitirá afrontar el cambio a la producción ecológica con mayor seguridad.

Frente a estos hechos debemos potenciar estrategias para desarrollar un mercado interno sólido. Se precisaría en primer lugar la atención y el debido apoyo de las instituciones públicas, pero lo cierto es que hasta que lleguen encontramos ya en nuestro entorno próximo numerosas iniciativas que están en marcha o iniciando este camino. Las asociaciones de consumidores, mercadillos, bioferias, biopuntos, etc. fomentan la información a cerca de la alimentación ecológica, como diferenciar estos alimentos de los convencionales, sus ventajas, degustaciones, donde encontrarlos en el lugar que vives, etc.

Debemos incidir en la importancia y coherencia que supone la distribución comercial de este tipo de alimentos a través de canales cortos. Si con la agricultura ecológica defendemos lo natural, lo saludable y el respeto por el medio ambiente, entonces el canal que más se ajusta a estas necesidades es el 0-0, canal corto de distribución, directamente del productor al consumidor o el canal 0-1, productor - tienda- consumidor; preferiblemente el primero.

La agricultura ecológica proporciona precios razonables al consumidor e interesantes a su vez para el productor en canales cortos de distribución, favoreciendo a los eslabones más frágiles de la cadena: agricultor y consumidor. Este tipo de canales contaminan menos, son menos especulativos ya que permiten al agricultor fijar un precio justo negociado con el consumidor, garantizando la sostenibilidad de las explotaciones agrarias sin las fluctuaciones del mercado; mejoran la relación entre quienes producen y los que consumen, se evitan competencias desleales y se configura un modo de vida y un patrón social alternativo estableciéndose incluso en ocasiones lazos de amistad y confianza entre los productores y las redes sociales de consumo, el "binomio cuasi perfecto".

Fruto del trabajo y de las inquietudes de los miembros de la comisión de Agroecología del movimiento cívico 15M - Toma la plaza Morvedre / La Vall de Segó pren el carrer, nace el grupo de consumo Morvedre pren el mercat, para dar respuesta y propiciar un cambio real. Nuestro objetivo es favorecer el consumo y la producción ecológica como modelo económico ético y sostenible. Defendemos una producción y consumo de alimentos de máxima calidad a través de un cultivo no agresivo, libre de pesticidas y basado en el conocimiento tradicional que nuestros antepasados nos legaron.

Nuestros objetivos son:


  • Fomentar el consumo y la producción de productos ecológicos.

  • Favorecer los canales cortos de distribución.

  • Favorecer una agricultura libre de transgénicos, plaguicidas, herbicidas y fertilizantes no naturales.

  • Divulgar los beneficios del consumo de productos ecológicos para nuestra salud.

  • Impulsar hábitos de consumo responsable.

  • Promover y defender, a través de nuestro acto de consumo, la riqueza ecológica y paisajística de la huerta.

  • Conservación de las semillas autóctonas.

  • Promoción y defensa del saber tradicional (elaboración de pan, jabon, recetas…….)

Si estás interesado en participar en esta interesante iniciativa de cambio económico y social, no dudes en contactar con nosotros. Mas información en lavalldesegoprenelmercat@gmail.com

María de Juan

Miembro del 15M – La vall de Segó pren el carrer – lavalldesegoprenelcarrer@gmail.com


1 comentario:

  1. Muy bueno el texto, me ha encantado!
    Poquito a poco se van consiguiendo las cosas y entre tod@s! Es un reto precioso el que afrontamos hoy en día y lo mejor de todo, es la gente que nos vamos encontrando en el camino.
    Da gusto abrir la nevera o la despensa y sentir que estas alimentámdote de forma saludable, sin alterar el medio y fomentando la agricultura local entre otras, y encima esta riquísimo!!! Estaban jugando a envenenarnos, es muy muy heavy, son psicopatas...de verdad!

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